donde exista un campo gravitatorio, deberá caer. Esta caída supone, en general, un cambio de dirección análogo al que experimentaría propagándose en un medio de índice de refracción variable, por lo cual es necesario concluir que dicho campo determina un cambio en la velocidad c, en contradicción aparente con el principio restringido de relatividad.
Esta contradicción fué señalada por Abraham como objeción contra las ideas de Einstein; pero ha de notarse que el principio restringido se ha formulado para interpretar los fenómenos electromagnéticos, en cuyas leyes fundamentales la gravedad no figura. Sin duda, esta circunstancia solo representa que el influjo que.dicho agente pueda ejercer se halla, en general, más allá del alcance de nuestros métodos experimentales. Por consiguiente, aquellas leyes que traducimos por el sistema de ecuaciones cuya invariancia exige que c sea constante, tienen el carácter de leyes límites, rigorosamente válidas donde la gravedad es nula.
Luego, haciendo caso omiso de la anterior objeción, sólo recordada para salir al paso de posibles errores de interpretación del lector, sigamos un poco más de cerca la marcha de un rayo luminoso en un campo gravitatorio. Á este fin cabe que le consideremos a la manera de una serie de pequeñas partículas pesantes ensartadas en el rayo luminoso, que representa la trayectoria común cuando se prescin a FUNDACIÓN
h JUANELO 2) TURRIANO
