despreciable, con lo cual
dz, dz; á dle E E > 0 (¿= 1,2, 3), claro es que dentro de la aproximación permitida por los medios de observación a nuestro alcance.
Por esta última condición no quedará en el segundo miembro de (56, 2) más que el término
e.
est 7)
y como, además, las dos primeras reducen el símbo el l j lo y, a—y se 2. las referidas ecuaciones se con vierten en
vr + Moetamiado. -> (55, 9)
d*2; 19) (5 1 '
y 81)
cuya forma es idéntica a las leyes del movimiento de
un punto material pesado, sin que en él actúen fuerzas extrañas. Por otra parte, esta ecuación, unida a la primera condición de las arriba enumeradas, obliga a escribir
Zu =1—2V, (56, 5)
donde V es el potencial ordinario de la gravitación. De aquí procede el nombre que dimos a los coelicientes Q; z.
==] FUNDACIÓN 57 JUANELO AH] TURRIANO