atracción terrestre, en atención a la pequeñez rela tiva de la distancia al centro, igual a 00" Como además la masa de la Tierra es m' = 3,29 <X 103 m, se obtiene para el potencial 7,12 < 107%, En defini tiva, pues, V' es inferior a 2 < 1078, de suerte que
dz, E 1— 2V' Fo e dy l— 7 O
y el reloj del Sol tendrá una marcha más lenta que el de la Tierra.
La confirmación de esta consecuencia de la teoría exige el empleo de un reloj cuya muestra sea visible desde nuestro planeta, condición que llenan los átomos. La invariabilidad de su constitución, denun» ciada por la de las frecuencias características de las rayas espectrales, ha permitido demostrar la identidad de composición elemental de todos los cuerpos celestes, y desde largo tiempo atrás sugirió el empleo de los referidos períodos como unidades naturales de tiempo.
Para leer la marcha de estos relojes basta determinar la frecuencia de sus radiaciones por el espectrómetro, y la confirmación buscada se encontrará comparando esta constante para átomos idénticos situados en el Sol y en nuestros laboratorios. Los incrementos relativos del período y de la longitud de
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