ficie. Han de agregarse los efectos de la dispersión anómala, de los fenómenos de Zeeman y Stark, del mecanismo de absorción de la luz y otras varias condiciones que alteran el valor de A, o simplemente la distribución de la luz en la banda estrechísima, pero de ancho apreciable, que llamamos una raya espectral.
No obstante estas dificultades, el problema ha sido abordado y continúa en estudio. Para ello corrientemente se ha procurado utilizar rayas en que los experimentos de laboratorio no han denunciado influencia de la presión; tal es el caso de las que integran las llamadas bandas del cianógeno, que además han sido observadas en diferentes regiones del disco solar, particularmente en el centro y el limbo, para disminuir las probabilidades de una influencia sistemática del movimiento. Schwarzschild, St. John, Evershed, Grebe y Bachen han realizado importantes observaciones, cuya interpretación ha provocado largas discusiones. Parece innegable la existencia de un corrimiento en el sentido previsto por la teoría, pero su magnitud cambia de unas rayas a otras, y, por término medio, es sólo de un orden mitad del previsto. Grebe y Baschen creen encontrar la explicación de las discordancias en el empleo indiferente de rayas cuya pureza es muy desigual, estimando necesario concretarse a aquellas que posean la cualidad indicada en el mayor grado,
FUNDACIÓN
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