estados correspondientes a los valores fo y f, de f, se produce de modo que la acción no cambie de valor numérico si se altera infinitamente poco el proceso evolutivo entre ellos: es, pues, una magnitud estacionaria. En su virtud, sencillas transformaciones de cálculo llevan a escribir (66, 1) en la forma
f (2 Q; dos\) dí =0,
y como los 3q; tienen valores arbitrarios, deberá verificarse
que son las ¿ecuaciones dinámicas del sistema; una por cada parámetro 9,
He de recordar que este principio se convierte en un teorema cuando se desarrolla la Mecánica partiendo de los postulados clásicos o. de los propios de la relatividad restringida, siendo H, para los sistemas más interesantes, la diferencia de las energías cinética y potencial. Por el contrario, cuando se adopta (66, 1) como ley fundamental, conviene dejar a dicha función una completa libertad de forma, pues el propio principio de la conservación de la energía es corolario suyo.
No son las ecuaciones de la Dinámica las únicas leyes naturales que se obtienen admitiendo la existencia de (66, 1). En diversos capítulos de la Física, y muy particularmente en la teoría de los fenómenos electromagnéticos (Larmor y Schwarzschild), se llega por este camino a deducir con elegancia insuperable sus leyes fundamentales (pág. 56). En estos casos, dicho se está que H contiene otras variables que las geométricas y el tiempo, cuyos incrementos arbitrarios definen la mo 2] FUNDACIÓN
= hi JUANELO
a q
ER TURRIANO
