que, si bien la distancia entre aquellos trazos y los periodos de los relojes cambian para un observador que no acompañe al metro al ser paseado por el Universo, entre ambas magnitudes (distancias y períodos) existe una relación tal que la extensión del intervalo no se altera.
Prescindir de dicho postulado para las traslaciones de de de un dominio a otro equivale a afirmar que su extensión contiene un factor variable con estos cambios; pero no cuando se altera su orientación en el mismo lugar. Dicho factor quedará determinado cuando se fije la unidad de longitud que ha de emplearse en cada punto, o sea el sistema de aforo del Universo, como dice Weyl.
A priori no es posible afirmar que este sistema se halle impuesto por la Naturaleza. Todo lo que está a nuestro alcance es formular determinadas hi pótesis referentes a él, guiados por principios que se imponen al conocimiento. Los corolarios que de aquí deriven se encargarán de condenarlas o justificarlas. Así, el principio de continuidad exige que de un dominio P a otro infinitamente próximo, P + ¿P, la extensión / de un intervalo concreto ha de variar en una cantidad infinitamente pequeña, dl; que, además, debe ser proporcional a /, so pena de renunciar a los fundamentos de la noción de medida. En definitiva, los cambios de cualquier extensión al pasar de P a P4-¿P
FUNDACIÓN
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