esposa, á la mujer á quien he dado mi nombre.
D. Sebastian besó la mano de Primavera, y, á los suaves acordes de una música invisible que tocaba el himno: El Estranjero es un hermano, obra maestra del ilustre compositor belga Jansens, los condujo á un aposento, en donde los menores deseos de los viajeros se habian previsto.
Nuestros jóvenes esposos descansaron una hora, y al fin pudieron disfrutar de la dicha de hallarse solos por un momento consigo mismos. Al poco rato, dieron las seis, y con el último golpe empezó á hacerse oir en el vestíbulo un campanilleo alegre de aureo timbre; era el anuncio de la comida.
El juego de mesa de D. Sebastian es obra del célebre platero argentino Maguiades; todas las piezas, de plata maciza, han sido hechas con los primeros lingotes estraidos de las minas de San Juan, de que