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SANTIAGO CALZADILLA

dado y que en su casa habia comido mazamorra y carbonada! —- lo que no impidio que se sentara a la mesa y gustara delos ezquisitos platos que él condimento con la sal de su ingenio. Pero terminaré aqui preparándome a dlscutir sobre peras la primera vez que nos encontremos en una de esas comidas o almuerzos en que Vd. es el alma, porque la verdad es que, según dicen todos, no hay fiesta completa sin Calzadilla. ¡Lastima quo sea para hombres solos! exclamara mas de una. Por favor, acabe Vd. de despenar a tanta infeliz y publique ese capitulo VI que Vd. ha suprimido por no poder figurar en la seccion de Argos, lo que se comprende bien en vista de los colores con que dice Vd. haber pintado el cuadro. No sea tan egoista, como diria una amiga mia, y no haga como cierto inglés, que en una reunion de hombres solos qniso hacer un speech y tres veces se puso de pie y dijo: ¡Señores!... Concibo... ¡señores!...Concibo... ¡Señores! ... Concibo... hasta que uno de los concurrentes, levantando la voz exclamó; Pero este hombre, que ha concebido tres veces y nada ha dado a luz! No haga que se diga lo mismo de Vd. Hasta la vista se despide. - Un inglés Criollo.


PARA EL SEÑOR INGLES CRIOLLO
Señor Argos:

Empezaré por decirlo que me ha puesto las peras a cuarto, y basta el largo pedigrée que me indica sobre la genealogia de las peras de agua, para convencerme de que todos los de su nación comen peras en el guiso, en compota, en almibar, y en conclusion en aguardiente. De todos modos me quedo con que mi pera de agua no es su cristiano muerto, Williams, pues la genuina es en Diciembre, y la única que se toma por Navidad se echa a la boca, y es un trago de agua azucarada con gusto a verde. No esperaba nunca que estos apuntes al correr de la pluma, que yo titulé Las Beldades de mi tiempo, asumieran las proporciones de un acontecimiento literario y tuviera, la satisfacción de ser equiparado al general Mitre que rectifica a Lopez, y este escritor a su vez, a Mitre, dejando al público tan incrédulo como antes, pues los dos tienen a su vez razon, y a mi la satisfacción de que se publiquen articulos tan espirituales como el del Inglés criollo, en su seccion de ayer, y que lei con mucho placer. Ahora, en cuanto al VI capitulo,