88 | LAS BELDADES DE MI TIEMPO |
hotel del Tigre; en el lindo pueblo de Las Conchas.
Y ha hecho mas impresión este acontecimiento social que la revolución de Julio, que por ser demasiado grande, fueron demasiado chicos sus resultados, para las legitimas aspiraciones del pueblo todo.
Una pléyade numerosa de juveniles rostros, con toilettes de matizados colores, que brotaban rozagantes como en campo de dalias y glicinias, apareció en las reuniones del Tigre-Hotel, en la noche del último domingo.
¡Y no hay que ir a Europa, esta mania de la actual generación, en busca de lo desconocido, y en donde las flores frescas de la primavera de la Vida, ni reverdecen espontaneas como aqui, ni se brindan a las caricias del sol vivificante! Como si hubiera perfume comparable al que exhalan los pimpollos de nuestros jardines, al recibir las caricias de la aurora argentina, como dirian los poetas si las describieran .
Para convencerse bastaba ver las que se agolpaban presurosas a las puertas del hermoso salon de fiestas, del mas lindo y coqueto pedazo de tierra que poseemos, tierra que recién nace, fresca y vigorosa, surgiendo como Berenice de las aguas que la ciñen amorosa, aqui el Lujan caudaloso, alli el rio de Las Conchas, pintoresco y sombreado, alli el Tigre, con su gran puente de hierro, bordado a una y otra margen de construcciones bonitas y lujosas.
Por la superficie tranquila corre la sencilla canoa de los isleños, como decia eL señor Marcos Sastre en sus poéticas descripciones del Tempe Argentino.
Por alli también Van los largos y enjutos botes llamados ingleses, que como espadas que avanzan