tinados en todas las épocas a primar para un servicio dado, o para la consagración de los mismos hechos en todos los tiempos.
Pero sigo con los convites. El servicio de la comida se hacia después de sentados a la mesa los invitados, a lo castellano viejo; de modo que siquiera podian saborear la sopa caliente, a diferencia de ahora, que nadie ha de quemarse el paladar, pues, poco falta para que las sopas sean frapées a la neige'... Alabo el gusto, no participo de él, y sigo mi cuento.
¿El menú? ¡qué esperanza! ni el nombre se conocia entonces; y las fuentes de la comida se servian, como es de practica por la sopa, espesita, de pan o de fideos, con cuyo recuerdo se me esta haciendo agua la bocaa. Se le ponian huevos estrellados, lo que la hacia valer un ciento por ciento mas, que la llamada consomé, que mas bien debia titularse de la consunción por su falta de sabor y mal gusto, que tiene esa agua turbia e insulsa, que se hace con una cucharada de extracto de Lievik de que se compone, generalmente, por la facilidad, mas bien que por el mérito de la preparacion.
Después venia el puchero servido por muchos criados, prestados por las vecinas de confianza, sin que ninguno diera en bola. El puchero era la antigua olla podrida, plato español, muy suculento, como todos lo saben, compuesto de excelente carne de pecho o de cola, con una o dos gallinas mas gordas, mas que las de... y con arroz, garbanzo, zapallo, tocino, chorizos y morcilla. Estos últimos elementos eran tan nobles, en el sentir de los aficionados, que se saboreaban entre comentarios como este de la señora Juana de R... "que agradable es la morcilla negra". ¿No es cierto, misia Mariquita? Todo esto se servia en platos por separado,