los instintos, aquel que hasta hoy no ha salido de la animalidad, en el radio de la moral científica por medio de una educación apropiada.
¡Cuán verdadera es esta observación de Ricardo Rojas!: "La familia argentina seguirá dándonos los espectáculos de su virtud fecunda, pero completamente egoísta, ignorante, instintiva. Una familia en tales condiciones no se halla todavía preparada para substituir a la Iglesia".
Verdadera y desconsoladora conclusión.
Pero si los padres, no preparados para llenar su deber esencial, que los hijos transmitan la vida en las mejores condiciones posibles, declinan ese deber en la Iglesia, tal como hoy está constituída, condenan a sus hijos y a los hijos de sus hijos, a la ceguera moral. El ideal humano, para el catolicismo es un ideal anti-natural, basado en el cumplimiento del deber por imposición divina y en la creencia de castigos y recompensas de ultra-tumba: Lo más cercano de la naturaleza del hombre es el dogma anti-humano del pecado original.
¿Cómo esperar que, pasando de los padres ignorantes a los religiosos conscientes de una vida que no es la terrestre, la juventud interprete de una manera científica, natural, humana, la vida y su problema esencial, la transmisión de la vida?
"Hay que aumentar la suma de dicha de la vida humana. No es de pecado, de expiación, de redención, de lo que hay que hablar en adelante