—No!.... tú me quieres tirar las flores.... yo no voy......Càrlos me las mandó...... mira Mercedes ¿no me sientan bien?... quiero adornarme con ellas .......... él va á venir ......... quiero parecerle hermosa......... quiero que vea sobre mi negro cabello...... resaltar la palidez de estas marchitas flores....... Mercedes...... cuanto le amo!!!
La infeliz Camila estaba en un estado de completa debilidad y cayó en los brazos de Mercedes.
Esta la volvió á su lecho y se precipitó sobre la carta de Cárlos que aun no habia leido.
Esta estaba concebida en estos términos.
"Buenos Aires, Mayo 30 de 1854.
"Sta. Dª M.ercedes V. de Gil:
"Herido en el corazon, por la infidelidad de la muger, á quien mas que amor he profesado adoracion, abandono en este momento y para siempre las playas que me vieron nacer.
"Abusaodo de la bondad que Vd. me ha dispensado en su apreciable carta me tomo la libertad de suplicarle ponga en manos de la Sta. Camila el adjunto billete y anillo, que la mano de la Providencia puso en las del amante engañado; y ese ramo de flores que se ha marchitado al calor de mi corazon, y que recibí de sus manos, el dia fatal en que impelido por un destino aciago, puse mis pies en la casa de donde mas tarde debia recoger la ponzoña que habia de envenenar para siempre mi alma."