Página:Canciones Surianas.djvu/65

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido validada
66

¿Que te cuente? ¡Curiosilla!
¡Al fin mujer! ¡Todo indagas!
¡Bah! Para ti la receta
es de ninguna importancia....
¿Tú me quieres ? ¿Sí? Pues eso
me satisface y me basta...
Nunca sepas cómo aplico
para el amor las cantáridas.

Amame siempre: sé de esas
mujeres apasionadas
que no necesitan cáusticos
que les ampulen el alma....
que sean tus brazos sierpes
que me estrangulen con rabia....
Bésame.... tu boca quema
como una divina brasa!

Clávame hondo tus pupilas
de pantera, enarenadas
de oro.... tus pupilas verdes
—dos trémulas gotas de agua
que hiere un rayo de luna
sobre dos hojas de malva—
y entona este cantarcillo
de tu bardo en la guitarra: