XX
Y no se crea que sus manifestaciones democráticas fueron hijas tan sólo del interés, del prurito de levantar su personalidad sobre los que quisieran rebajarla, recordándole de un modo ó de otro y más ó menos delicadamente sus principios, sino que nacían de una profunda y arraigada conviccion, como lo declaran de sobra sus novelas y sus hechos.
Era lector muy sobresaliente y actor distinguidísimo. Bajo el primer concepto se distinguió mucho, porque acostumbraba á leer en público sus obras, y lo hacia de modo que sus personajes, cualquiera que fuera su carácter, quedaban representados al vivo. Por eso no se sentaba nunca, á fin de imitarlos en voz, en ademanes y en todo.
Como actor recorrió diferentes teatros de Inglaterrra en compañía de varios amigos, al efecto de recoger fondos con que fundar una sociedad literaria y socorrer á actores desgraciados.
Siempre fué encarnizado enemigo de la hipocresía y del egoísmo, defectos que consideraba como peculiares de la sociedad inglesa, á contar desde