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Página:Cantos de vida y esperanza.djvu/129

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VIII


«CHARITAS»


A Vicente de Paúl, nuestro Rey Cristo
con dulce lengua dice:
—Hijo mío tus labios
dignos son de imprimirse
en la herida que el ciego
en mi costado abrió. Tu amor sublime
tiene sublime premio: asciende y goza
el alto galardón que conseguiste.

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