Página:Cantos pastorales.djvu/28

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ponernos á cubierto del turbion que amenaza, ganemos aquellos hermosos emparrados de madreselva. Su olor embalsama los aires, y la yerba de su suelo está sembrada de flores. Démonos prisa, pues los ganados reunidos buscan en donde guarecerse, y las pleyadas comienzan ya a derramar sus aguas fecundas.