Esta página ha sido validada
(57)
dos. A su voz la melancolía levanta la cabeza.... Morfeo abandona su lecho soporoso.... la pereza se desvela, y se arranca de entre los brazos del sueño.... la envidia observadora deja caer sus serpientes.... el espíritu de partido se calma, y las facciones mas crueles prestan el oido y abandonan su furor.
III.
¡Qué altivez generosa no excita en todos los corazones una música guerrera, cuando llama á las armas para defender los intereses de la pátria!
El cantor de Tracia [1] senta-
- ↑ Orfeo.
c 3