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1160 ADOLFO P. CARRANZA
sen al Gobierno la compra del armamen- to que llegó á principios de 1812.
Participó también de las amarguras y agitaciones que sufriera su esposo, ac- tuando con actividad y sin vacilaciones, en el proceso de la conspiración de Mar- tin Alzaga, del que fué el fiscal más implacable.
La vida de su esposo fué turbulenta é instable y le acompañó en todos los momentos, sin desfallecimiento ni debi- lidades.
Separada unas veces; yendo al des- tierro, otras; en alta posición social ó en la miseria, cargada de familia, supo hacer frente á las contrariedades, con resignación y virtud. Murió en Buenos Aires el 20 de diciembre de 1855.