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En breve las hojas del árbol cayendo
harán gruesa alfombra del tronco en redor;
mas tú no lo sientes: los aires hendiendo
te alejas en busca de fronda y calor.
¡Si vieras qué malo de otoño es el viento!
Arranca las hojas y rompe después
las ramas del árbol que fueron tu asiento;
mas... tú cosas tristes no sabes ni ves!
¡Feliz tú que puedes cruzando remotas
alturas, regiones ya tristes dejar!
A mi me lo impiden mis alas ¡ay! rotas,
por eso mis quejas oyes al pasar.
Ya el cielo de nubes opacas se cubre.
¿Te vas?... Tú no quieres de penas saber...
¡Adiós, dulce amiga! No olvides que octubre
calor aquí y flores hará renacer;
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