Página:Cervantes - Novelas ejemplares, 1883.djvu/126

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
110
Novelas ejemplares.

Mompodie respondió que aun no sabia lo que se habia hecho, pero que allí estaba el oficial á cuyo cargo estaba su negocio, y que él daria muy buena cuenta de sí. Bajó en esto Chiquiznaque, y preguntóle Mompodio si habia cumplido con la obra que se le encomendó de la cuchillada de á catorce. ¿Cuál, respondió Chiquiznaque: es la de aquel mercader de la encrucijada? Esa es, dijo el caballero. Pues lo que en eso pasa, respondió Chiquiznaque, es que yo le aguardé anoche á la puerta de su casa, y él vino ántes de la oracion: lleguéme cerca dél, marquéle el rostro con la vista, y vi que le tenia tan pequeño que era imposible de toda imposibilidad caber en él cuchillada de catorce puntos; y hailándome imposibilitado de poder cumplir lo prometido, y de hacer lo que llevaba en mi destruicion.... Instruccion querrá vuesa merced decir, dijo el caballero, que no destruicion. Eso quise decir, respondió Chiquiznaque: digo que viendo que en la estrecheza y poca cantidad de aquel rostro no cabian los puntos propuestos, porque no fuese mi ida en balde, di la cuchillada á un lacayo suyo, que á buen seguro que la pueden poner por mayor de marca. Mas quisiera, dijo el caballero, que se le hubiera dado al amo una de á siete, que al criado la de catorce: en efeto conmigo no se ha cumplido, como era razon, pero no importa; poca mella me harán los treinta ducados que dejé en señal: beso á vuesas mercedes las manos; y diciendo esto, se quitó el sombrero, y volvió las espaldas para irse; pero Mompodio le asió de la capa de mezcla que traia puesta, diciéndole: Voacé se detenga, y cumpla su palabra, pues nosotres hemos cumplido la nuestra con mucha honra y con mucha ventaja: veinte ducados faltan, y no ha de salir de aquí voacé sin darlos, ó prendas que lo valgan. Pues ¿á esto llama vuesa merced cumplimiento de palabra, respondió el caballero, dar la cuchillada al mozo, habiéndose de dar al amo? ¡Qué bien está en la cuenta el señor! dijo Chiquiznaque; bien parece que no se acuerda de aquel refran que dice: Quien bien quiere á Beltran, bien quiere á su can. Pues ¿en qué modo puede venir aquí propósito este refran? replicó el caballero. ¿Pues no es lo mismo, prosiguió Chiquiznaque, decir: quien mal quiere á Beltran, mal quiere á su can? y así Beltran es el mercader, voacé le quiere mal, su lacayo es su can, y dando al can se da á Beltran, y la deuda queda líquida, y trae aparejada ejecucion: por eso no hay mas sino pagar luego sin apercebimiento de remate. Eso juro yo bien, añadió Mompodio, y de la boca me quitaste, Chiquiznaque amigo, todo cuanto aquí has dicho: y así voacé, señor galan, no se meta en pun. tillos con sus servidores y amigos, sino tome mi consejo y pague luego lo trabajado, y si fuere servido que se le dé otra