Ir al contenido

Página:Cervantes - Novelas ejemplares, 1883.djvu/22

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
6
Novelas ejemplares.

y recelo de ser ofendidas. Advierte, Cristinica, y está cierta de una cosa: que la mujer que se determina á ser honrada, entre un ejército de soldados lo puede ser. Verdad es que es bueno huir de las ocasiones; pero han de ser de las secretas y no de las públicas. Entremos, Preciosa, dijo Cristina, que tú sabes mas que un sabio. Animólas la jitana vieja, y entraron: y apénas hubo entrado Preciosa, cuando el caballero del hábito vió el papel que traia en el seno, y lle. gándose á ella, se le tomó, y dijo Preciosa: Y no me le tome, señor, que es un romance que me acaban de dar ahora, que aun no le he leido. Y ¿sabes tú leer, hija? dijo uno. Y escribir, respondió la vieja, que á mi nieta la he criado yo como si fuera hija de un letrado. Abrió el caballero el papel, y vió que venia dentro dél un escudo de oro, y dijo: En verdad, Preciosa, que trae esta carta el porte dentro: toma este escudo que en el romance viene. Basta, dijo Preciosa, que me ha tratado de pobre el poeta; pues cierto que es mas milagro darme á mí un poeta un escudo, que yo recebirle: si con esta añadidura han de venir sus romances, traslade todo el Romancero general, y enviémelos uno á uno, que yo les tentaré el pulso, y si vinieren duros, seré yo blanda en recebillos. Admirados quedaron los que oian á la jitanica, así de su discrecion como del donaire con que hablaba. Lea, señor, dijo ella, y lea alto, veremos si es tan discreto ese poeta, como es liberal. Y el caballero leyó así:

Jitanica, que de hermosa
Te pueden dar parabienes,
Por lo que de piedra tienes
Te llama el mundo Preciosa.
De esta verdad me asegura
Esto, como en tí verás;
Que no se aparta jamas
La esquivez y la hermosura.
Si como en valor subido,
Vas creciendo en arrogancia,
No le arriendo la ganancia
A la edad en que has nacido.
Que un basilisco se cria
En tí que mata mirando,
Y un imperio, que aunque blando,
Nos parezca tiranía.
Entre pobres y aduares
¿Cómo nació tal belleza?
¿O cómo crió tal pieza
El humilde Manzanares?
Por esto será famoso
A par del Tajo dorado,
Y por Preciosa preciado
Mas que el Gánges caudaloso.
Dices la buenaventura,
Y dasla mala contino;
Que no van por un camino
Tu intencion y tu hermosura.
Porque en el peligro fuerte
De mirarte ó contemplarte,
Tu intencion va á desculparte,
Y tu hermosura á dar muerte.
Dicen que son hechiceras
Todas las de tu nacion;
Pero tus hechizos son
De mas fuerzas y mas véras;
Pues por llevar los despojos
De todos cuantos te ven,
Haces, ó niña, que estén
Los hechizos en tus ojos.
En sus fuerzas te adelantas,
Pues bailando nos admiras,
Y nos matas, si nos miras,
Y nos encantas, si cantas.
De cien mil modos hechizas:
Hables, calles, cantes, mires,
O te acerques ó retires,
El fuego de amor atizas.
Sobre el mas exento pecho
Tienes mando y señorío;
De lo que es testigo el mio,
De tu imperio satisfecho.
Preciosa joya de amor,
Esto humildemente escribe
El que por tí muere vive
Pobre, aunque humilde amador,