Este caso es importante, y lo decimos nosotros, los chilenos, con un lenguaje agradecido porque trabajan en la Patagonia Argentina cerca de trescientos mil chilenos, que no encontraron la posibilidad de emplear su capacidad en nuestra Patria y que ahora van a encontrar asegurados sus derechos, que es muy importante en el presente y lo es más en el futuro todavía.
Por eso he querido intervenir, porque me parece a mí que en los puntos tocados y que tienen entronque con lo que estoy señalando, hay uno que he consultado al Presidente, y es aquel que plantea la posibilidad de la creación de un Instituto de Información Técnica a nivel Latinoamericano. Yo creo que puede ser esta iniciativa algo que deben patrocinar las universidades. ¡Qué importante! ¡Qué decisivo! Qué trascendente serla que los hombres de América Latina tuvieran, por así decirlo, una organismo centralizador de la información, de la experiencia, de lo que han caminado ya nuestros técnicos en Latinoamérica y al mismo tiempo como camina la investigación científica y tecnológica en los distintos países del mundo al margen de las fronteras políticas que tengan sus Gobiernos.
Yo soy médico y aunque no ejerzo hace años mi profesión, he hecho clases de medicina social. Se lamentablemente que en ese campo por ejemplo se repiten las experiencias y las investigaciones en nuestros propios países gastando tiempo y dinero cuando ya se ha alcanzado un nivel satisfactorio para poder pronunciarse sobre determinados aspectos que vuelven a ser investigados. Como es importante en esta técnica médica comprender por ejemplo, que la medicina social que todavía no se enseña en muchas de las universidades latinoamericanas, es básica, es importantísima, pero al mismo tiempo como no destacar que al frente hay una realidad dramática: es que pueblos pobres no pueden comprar la salud, porque la salud se compra, y a mayor pobreza mayor enfermedad, y a mayor enfermedad, mayor pobreza.