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Y en aquella oportunidad, en mi intervención, destaqué la importancia que tenía para los trabajadores, este año, y que ellos que participaban directamente a través de sus partidos populares y a través de la Central Unica en el Gobierno, asumían la gran tarea de incrementar la producción en nuestro país.

Compañeros ¿Por qué podría plantear este problema?

Porque se han producido en Chile, las trasformaciones revolucionarias que han permitido, que los trabajadores, vale decir la mayoría de los chilenos, hayan llegado al Gobierno, para analizar desde ahí, los cambios que Chile necesita, a fin de darle un impulso al desarrollo económico nacional que permita satisfacer las necesidades elementales y esenciales del pueblo, darle desarrollo económico para terminar con la incertidumbre que implica la cesantía, los salarios insuficientes, la falta de viviendas, de escuelas, de hospitales, las posibilidades, de recreación.

Es un proceso revolucionario, porque una minoría que ha detentado el poder durante más de un siglo y medio, da paso a que la mayoría del país, los trabajadores asuman la responsabilidad del Gobierno y vayan conquistando el poder.

Y cuando digo los trabajadores, no me refiero a tan sólo a obreros o campesinos sino que también a empleados a técnicos a profesionales, a todos los que viven de su esfuerzo y su trabajo y no sólo a los civiles sino también a aquellos otros -al margen por cierto, de la política- que tienen funciones trascendentales de la vida nacional que son las Fuerzas Armadas, Carabineros y los Servicios de Seguridad Civil. (APLAUSOS)

Lo importante, entonces, es entender que este cambio ha significado que los trabajadores están en el Gobierno y que, además, el proceso revolucionario chileno se desarrolla de acuerdo con las características, la historia, la tradición, la idiosincrasia de nuestro país.

Muchas veces yo he dicho, -y es conveniente repetirlo- no hay recetas revolucionarias. Cada país hace su revolución, de acuerdo a la realidad de ese país, las características y la historia de ese país, del desarrollo de las fuerzas sociales, que en cada país, por cierto, es diferente.

SIGUE.-