Claro, en una fuerza que supera, indiscutiblemente, en el campo industrial, a más de 2 millones y medio de trabajadores, ha habido deserciones; pero ellas son un ejemplo para señalar, precisamente, lo pequeño de esas deserciones, frente a la gran voluntad patriótica y nacional, frente a la decisión revolucionaria, frente a la posición de clase de la inmesa mayoría de los trabajadores.
Y porque este es el Gobierno de los trabajadores, hemos planteado los problemas esenciales a la Central Unica, antes de Octubre y después de Octubre. Antes de Octubre, fundamentalmente, para estudiar la presencia activa y directiva de la clase obrera y los trabajadores en las empresas estatizadas, en las empresas mixtas, y aún la presencia de los trabajadores en los Comités de Producción de las empresas privadas o particulares.
Porque este es el Gobierno de los trabajadores, hemos impulsado la organización de Centros de Poder, vitalizando las Juntas de Vecinos, los Centros de Madres, organizando a las masas, -fundamentalmente a las compañeras- en las Juntas de Abastecimiento y Precios.
Y porque este es el Gobierno de los trabajadores, hemos patrocinado la organización de los Comités Comunales, en donde también, con criterio amplio y más allá de posiciones ideológicas, hay que buscar el contacto, el vínculo de los pobladores para encarar los problemas esenciales de su diaria existencia.
Pero lógicamente discrepamos de aquellos que creen que estos poderes que nosotros acrecentaremos más y más, pueden ser Centros de Poder aislados, solo de la clase en función de tal y al margen de los problemas contingentes, y también, distantes del Gobierno, que es el Gobierno de los trabajadores.
Ello es un error, que en lugar de fortalecer y vitalizar nuestra lucha, crea las dificultades y siembran la incertidumbre.