En la sesión del 25 de marzo, el agente de la CIA, William Broe, ex Jefe de la división de servicios clandestinos, estimó que el 16 de julio de 1970, el Presidente de la ITT, ofreció a la CIA por su intermedio, fondos para una candidatura presidencial opuesta a la candidatura popular. Broe reconoció, asimismo, que propuso a la ITT, por instrucciones de sus superiores de la CIA, el 29 de septiembre de 1970, un plan de acción destinado a crear un caos económico en Chile.
Nada los detiene; ninguna consideración, ni humana, ni social, ni política. El parlamentario norteamericano William Demphi, Presidente del Sub-comité de inteligencia y seguridad de la Cámara de representantes, declaró el 30 de marzo, que su experiencia le indica que nunca -estas son sus propias palabras- una agencia gubernamental se ha envuelto en asuntos políticamente delicados, sin conocimiento previo de las autoridades superiores del Gobierno.
En esta narración, -más que en eso, en esta lectura-me he remitido a los testimonios surgidos en la investigación de la citada Sub-Comisión del Senado de Estados Unidos.
Yo me recuerdo que aprendí las primeras nociones sobre el cobre, leyendo hace más de 20 años, un informe también de una Sub-Comisión del Senado norteamericano; en un libro que señalaba que en definitiva, 6 nombres vinculados a los bancos, a las empresas extractivas, a las faenas de producción minera, y a las empresas industriales, manejaban la producción, los mercados y el precio del cobre en el mundo.