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cap.
darwin: viaje del «beagle»

transitables, porque dondequiera que estaba en sombras, el suelo se había convertido en un barrizal. La punta misma es un promontorio de roca y se halla cubierto de una planta afín, según creo, a la Bromelia, llamada por los naturales «chepones». Al trepar por un espeso ramaje nos llenamos las manos de arañazos. Me hizo gracia la precaución usada por el guía indio, que se recogió los pantalones, creyéndolos, sin duda, más delicados que su propia piel. La referida planta produce un fruto de forma semejante a una alcachofa, lleno de cápsulas de semillas que contienen una pulpa dulce y agradable aquí muy estimada. En Puerto Low vi a los chiiotes hacer chicha o sidra con ese mismo fruto: tan cierto es, como observa Humboldt, que todos los pueblos hallan modo de preparar alguna bebida fermentada con materiales del reino vegetal. Sin embargo, los salvajes de Tierra del Fuego, y creo que de Australia, no han progresado en estas artes.

La costa hasta el norte de Punta Huantamó es por extremo escabrosa y quebrada, y tiene enfrente numerosos rompientes, en que el mar hace oír sin cesar su eterno bramido. Míster King y yo ansiábamos regresar, si hubiera sido posible, a pie por la costa; pero los mismos indios nos dijeron que era del todo impracticable. Según nos refirieron, algunos habían podido, ir desde Cucao a San Carlos atravesando directamente los bosques, pero jamás por la costa. En tales expediciones los indios llevan por todo alimento trigo tostado, y lo comen, con parsimonia, sólo dos veces al día.


26 de enero.—Volvimos a embarcar en la piragua, y después de cruzar el lago montamos en nuestros caballos. Todos los moradores de Chiloe se aprovecharon de esta semana de buen tiempo—cosa desacostumbrada en el país—para limpiar de arbolado el terreno por medio del fuego. En todas direcciones