impresion, en la América del Sud: la manera cómo ciertas especies, muy afines, se sucedian y se reemplazaban unas á otras, á medida que iba de Norte á Sud; el inmediato parentesco de las especies que habitan las islas del litoral de la América del Sud con las que son peculiares á este continente, lo cual nos sorprendió por demás, así como la variedad de las especies que habitan el archipiélago de los Galápagos, inmediato á tierra firme; y, finalmente, la íntima conexion que existe entre los mamíferos desdentados y los roedores de la época actual, y las especies extinguidas de las mismas familias. No olvidaré jamás la sorpresa que sentí al desenterrar una reliquia de un animal gigantesco análoga á la de un animal viviente.
»Reflexionando sobre estos hechos y comparándolos con otros del mismo género, parecióme inverosímil que las especies afines fuesen la posteridad de una forma progenitora comun. Mas, por espacio de muchos años, me fué imposible comprender cómo se habia podido adaptar semejante forma á tan distintas condiciones de vida. Apliquéme, por lo tanto, á estudiar sistemáticamente los animales y las plantas domésticas, y, al cabo de algun tiempo, ví claramente que la influencia modificadora más importante residia en la libre eleccion del hombre, y en la preferencia de individuos señalados para propagar las especies. Como habia estudiado algunas veces el género de vida y las costumbres de los animales, estaba completamente preparado á formarme una idea exacta de la lucha por la vida, y mis trabajos geológicos me hablan hecho concebir la inmensa duracion de los tiempos pasados. Habiendo leido entónces, gracias á una feliz casualidad, el libro de Malthus sobré el Principio de la Poblacion, acudió á mi imaginacion la idea