Esta página no ha sido corregida
— 127 —
• 127 ca se dejará arrastrar por su corazon, ni atenderá al hombre en quien no mire su marido: vos lo sabeis, Vizconde, y estais en acecho, pues me creeis incansable; aguardais mi derrota ó mi desistimiento; pero ignorais que me ama, y que soy tan buen apreciador de joyas como vos. Señor Vizconde, el que ha de desistir so is vos.
CLEMENCIA.
1 TOMO II. 10