hacía alarde de decisión y de propósitos de agrandar los descubrimientos, olvidándolas pronto por los actos que escandalizaron á sus gobernados.133
Los pleitos y tratos de transacción sirvieron para acreditar su veleidad, suscribiendo un día condiciones que negaba al otro, y exigiendo al fin las que daban á la cesión de sus derechos un color más oscuro que las lentejas del plato de Esaú. Sobre el título de Duque, el oficio y derechos de Almirantazgo, veinticinco leguas cuadradas en Veragua con jurisdicción civil y criminal alta y baja, mero mixto imperio perpetuo; alguacilazgo mayor de Santo Domingo, su Audiencia real, y todos sus pueblos; tierras, labranzas y pastos que tuvo D. Cristóbal y sus hermanos; rentas independientes á su madre y hermanas; la isla de Jamaica con marquesado; horca y picota donde ejecutar sus sentencias; sobre todo esto obtuvo de merced otras cosas ya publicadas.134 Algunas permutó y cambió sucesivamente por licencias para introducir en las Indias 1.900 esclavos negros.135