La exposición anterior, de todo punto necesaria como principio de análisis, está formada con presencia de las obras del Conde de Roselly de Lorgues; el resumen, con las declaraciones de triunfo y reposo, interpreta fielmente sus propias palabras, dando á conocer, si hay certeza en el adagio «el estilo es el hombre,» el desenfado de su carácter.
Pero el estilo en la Historia póstuma de Colón difiere mucho del que luce en la Historia primitiva: en ésta, engendro con razón predilecto del autor, si la pasión se hace ver, aparece entre las galas del arte del buen decir disimulada; historia novelesca ó novela histórica, ofrece el atractivo de los adornos con que una imaginación rica en fantasía sabe componer la marcha de los sucesos. El Conde describe el abordaje en el mar tene-