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Y LA HISTORIA PÓSTUMA

ellos, y envió asimesmo á sus Altezas el proceso que contra ellos había hecho, los cuales, como supiesen que estaban en Cádiz y en prisiones, enviaron luego á mandar que los soltasen, y que ellos se viniesen á la corte, y el Almirante vino á besar las manos de sus Altezas, dándoles sus disculpas lo mejor quel pudo, y ellos le oyeron muy bien y consolaron con tales palabras que quedó algo contento, y mandaron luego que le acudiesen con sus rentas y derechos que tenían en las islas , porque se los habían embargado y detenido cuando fué preso, y siempre, y cuando estuvo, fué tratado de sus Altezas muy honradamente, porque sus buenos servicios lo merecían.

»Sus Altezas enviaron á llamar á Francisco de Bobadilla que viniese á España, dándose por bien servidos del del tiempo que allí estuvo, y así partió Fr. Nicolás de Ovando... pensando que el Almirante D. Cristóbal Colón podría tener alguna queja por haber dado ocasión á que se pensase que del no habían sido bien servidos, le mandaron llamar ante sí y le dijeron como ellos habían enviado al Comendador Ovando á la isla Española por gobernador, porque los cristianos que había en ella estaban todos muy indinados contra él, y que estaban informados que decían que si allá tornara á volver, que le habían de matar, y que