Página:Coloquios espirituales y sacramentales y poesías sagradas.djvu/295

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
241
Canciones y Villancicos Divinos.

Comigo mismo te heredo,
Y al Padre voy, y aquí quedo:
Pues yo hago lo que puedo.
Haz tú algo por mi amor.
¡Qué buen labrador!
Sembrarás por tu consuelo
Buenas obras en el suelo,
Y cogerás en el cielo
Fruto de sumo dulzor.
¡Qué buen labrador!


CANCION DIVINA
CONTRAHECHA DE OTRA HUMANA.

¿Por qué, mi Dios, me soltais,
Y soltando me prendeis?
Porque suelto no perdais
Lo que preso ganaréis.
¿Cómo siendo por quien vivo
Yendo en vos me quedo acá?
Libre quedais de captivo
Y atado en mi yugo allá.
¿Pues por qué así me apremiais.
Si premiarme pretendeis?
Porque suelto no perdais
Lo que preso ganaréis.
¿Vuestra Sangre estais vertiendo
No siendo á ley sometido?
Viértola porque pretendo
Dejarte con ella ungido.
Pues en rey me trasformais,
¿Por qué á ley me someteis?
Porque suelto no perdais
Lo que preso ganaréis.
¡Oh mi Dios! ¿qué os ha movido
A nuestra carne tomar?
El quererte libertar
Y tener comigo unido.
¿Y por eso me apremiais
Con ñudos de amor que haceis?
Porque suelto no perdais
Lo que preso ganaréis.


CANCION A SAN HIERÓNIMO,
CONTRAHECHA.

Entre cavernosas peñas
De una montaña ascondida,
Hierónimo con sus obras
Al cielo labra subida.
¡Ay dulce vida!
Esmalta el suelo y las flores
La sangre por él vertida.
Perfiles de rosicler
Les da y color más subida.
¡Ay dulce vida!
Lágrimas de dia y noche
Son su pan y su bebida,
La pobreza en soledad
Es su amada y su querida.
¡Ay dulce vida!
Mira la carne de Cristo
En la Cruz tan extendida;
Diciéndole está regalos
Su alma en Dios encendida.
¡Ay dulce vida!
¡Oh prenda de amor divino
Por mis pecados vendida!
Medida en ese madero
Siendo vos Dios sin medida.
¡Ay dulce vida!
Vos solo sois buen Pastor
Y yo la oveja perdida:
Anímame vuestra muerte
Para que la vida os pida.
¡Ay dulce vida!
Esa llaga del costado
Es un rio de avenida
De gracias para ir á vos.
Senda por la fe sabida.
¡Ay dulce vida!
Oh Jesus! bendita flor,
Flor de Jessé producida,
Fruto del vientre sagrado
De la Vírgen y parida.
¡Ay dulce vida!
Dadme, Redentor, la mano
Porque culpa no me impida
Para que goce de vos
En esa gloria cumplida.
¡Ay dulce vida!


ROMANCE AL MISMO,
CONTRAHECHO.

Matiza con sangre viva
En el pecho un sol de oriente,
Hierónimo, y en los montes
Rayos de su vida extiende.
Luz envía y luz le queda,
Que en el santo nunca muere;
Las llagas que tiene Cristo
En sus entrañas revuelve.

31