298 Notas. el sentido recto, usado por Eslavt, quien quiso decir» sin figuras» que la cuchillada en la cara del diablo faé tan grande, que no era posible ocultar la cicatriz con el pelo ; y en ese mismo sentido de grande 6 desa/brada, debe tomarse la expresión de Sancho, como si hubiera dicho « una tanda de azotes tan fuerte, que me queden las ci- catrices de ella.» 39. Pág. 47, col. I. — « Convidándome con el malcocinado que estaban guisando.» Malcocinado se llama el menudo de las reses. 40. Pág. 47, col. 2. — «Y doile con la ufia del dedo mai^garite.» Supongo que ese dedo será el meñique, COLOQUIO IV. Es sacramental, como desde luego lo indica el título de Corpus Cbrisíi, que lle- va al frente. Auto breve, y de argumento sencillísimo: no tiene loa. Dos pastores discurren en lenguaje rústico, procurando averiguar el objeto de la fiesta que se ce- lebra. Llegan en esto los cuatro Doctores de la Iglesia, con quienes los pastores con- sultan sus dudas, y para aclaración de ellas reciben una instrucción acerca de los mis- terios, que difícilmente entrarla en las ca- bezas de los discípulos, los cuales conclu- yen por cargar de maldiciones (no muy pulcras) al diablo, porque permanece obs- tinado en su rebelión. £1 metro de este Coloquio hace recor- dar el del Auto de las Donas que envió Adán ¿ Nuestra Señora con Sant Lázaro, (Bi- blioteca de Autores Españoles ^ tom. LVIII, pág. 22.) 41. Pág. 53, col. 2. o Parece tu necedad «Fáchoncheca.» No conozco esta palabra; parece for- . mada caprichosamente de pacbon, que es el hombre de genio pausado y flemático. 42. Pág. 54, col. 2. «Porque estos siempre se pican « De resabios con extremos.» La palabra resabies debiera haberse es- crito re-^sabioSf como que es compuesta de saki$s y de la partícula inseparable r/. De otra manera se confiínde con el plural del sustantivo resabio, y cambia el sentido. Más adelante hay redoctores. 43- P*g- 55» col. 2. « Por un misterio supremo.» La rima de este verso debía ser en eruo, 44. Pág. 56, col. I. «Lo dicho para cntendello «Es menester naguatato.» Naguatato, en mexicano MabuatUto^ de náhuatl f la lengua mexicana, y tUtolü^ plática ó habla : nombre que ae daba á los intérpretes de la dicha lengua. Aun existe en México la calle de NabuéstUto. 45. Pág. 56, col. 2. « Mira, tengo en el testuzo «Toda la iu>elencia junta.» Testuzo está por cabeza, Abblencia parece corrupción 6 forma rústica de ba» bilidad, 46. Pág. 57, col. I . «Y con una pesga al cuello « Lo arrojen en Ta laguna.» Pbsga, peso 6 pesa, 47. Pág. 57, col. I. « Esté de un árbol colgado « Dentro de Chapultepeque.» Como todos saben, son famosos los ir- boles del bosque de Chapultepec, por su antigüedad y enorme tamafio. 48. Pág. 57, col. I. « Desde el cielo guarecer « La cansa de nuestro mal.» Guarecer (repetido en la pájg. 59) es- tá aquí en la acepción anticuada de curar, 49. Pig. 57. col. 2. «Con lo que has amarafiado.» Amarañado por enmarañado, 50. Pág. 57, col. 2. «No lo entiendan los caciques « De San Juan y Santiago.» Cuando se reedificó la ciudad de Mé- xico, después de la conquista, se coloa- ron en el centro las casas de los espafto- les, y los indios levantaron las suyas alre- dedor de aquellas. Esta población india se dividió en cuatro barrios ó farctaUda- des, regidos por caciques de tu nadoDiSO-
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