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Introduccion.

diferencia, ó sea disputas, entre los oficios, acerca del lugar que habian de ocupar en la procesion, y se mandó expresamente que «los armeros fueran junto al arca del Santísimo Sacramento.» En 1533 se repitió el acuerdo más circunstanciadamente, como se ve en el acta de 10 de Junio, que dice así: «Este dia dijeron, que por cuanto es necesario haya orden en cómo han de ir los oficios é oficiales que los sacan, en la fiesta de Corpus Christi, porque de no la haber ha habido diferencia entre los dichos oficiales los años pasados, mandaron que la óorden que en lo susodicho se ha de tener sea, que despues de los oficios é juegos de los indios, vayan delante los primeros en la dicha procesion los hortelanos, y tras ellos los jigantes y tras los jigantes los zapateros, y tras los zapateros los herreros y caldereros, y tras estos los carpinteros, y tras los carpinteros los barberos, y tras los barberos los plateros, y tras los plateros los sastres, y tras los sastres los armeros; y mandaron que los oficiales de los dichos oficios vayan con los dichos oficios en procesion, en los lugares dichos; é que todos los oficios vengan é se pongan el dicho dia, luego de mañana, en la plaza mayor, y entren en la iglesia por la puerta que está á la dicha plaza, y hecho su acatamiento al Santo Sacramento, salgan de la dicha iglesia por la puerta que está hácia el corral de los toros, y vayan en la dicha procesion por la orden dicha.» Siguen las penas contra los que faltasen á lo mandado. La preferencia dada á los armeros sobre los demas artesanos, revela el espíritu de la época; mas no la conservaron mucho tiempo, porque en 1537 (18 de Mayo) pasó á los plateros, en razon á que sacaban la imágen de S. Hipólito, patrono de la ciudad, y era justo honrarle.

El acuerdo antes copiado demuestra que en la procesion habia jigantes (y probablemente tarasca),[1] y que salian en ella, no solo los españoles con sus oficios, sino tambien los indios con los suyos. Figuraba ademas en ella el diablo cojuelo.[2] El camino que todos seguian. era entrar por la puerta de la antigua iglesia mayor que miraba al sur, y salir por la que daba al Empedradillo, donde estaba situado el corral de los toros.

  1. Las noticias ciertas acerca de la tarasca, no se remontan más de un año de 1701. «Salió ayer tarde y hoy (26 de Mayo) tarasca nueva de siete cabezas, y anduvo dentro de la Catedral (dicen no haberse hecho otra vez) al tiempo de las vísperas. Los jigantones salieron con muy buenas galas nuevas.» Diario de Robles
  2. Debemos á Eslava la noticia de la presencia de este personaje en la procesion:
    "¿Sabes qué parece aquesta?
    A aquel diablo cojuelo
    Que anda el dia de la fiesta." (Pág. 172.)

    «¿Luego vos sois el diablo cojuelo tan nombrado en el mundo?—El mismo, que cada año salgo en esta fiesta por el más señalado de todas las religiones infernales.» (Pág. 214)