¡Oh qué grande alteracion!
¡Válgame Dios! ¿Quién me toca?
¿Quién me toca y me provoca?
Parece que el corazon
Me revienta por la boca.
El cuerpo me tiembla todo
Y parece que no veo.
¿Soy quien era? No lo creo.
Cierto que me dan del codo
Y á quién me da no le veo.
Déjate de bobedades
Hombre, que estás como yelo:
Mira que es acá en el suelo
Vanidad de vanidades
Cuanto está debajo el cielo.
¿Quién te dió aquese capote?
Aquí me fué presentado.
Ay! cómo te han engañado:
Pensaste ser sin escote,
Y hate de costar doblado.
De labores está lleno,
Que es mirarlo gran regalo.
Puesto estás al pié del palo,
Que por de fuera está bueno
Y de dentro está muy malo.
Pues me hartó mis deseos,
Con él saldré de trabajos.
Veslo lleno de andrajos,
Y en el mundo son rodeos
Los que parecen atajos.
Aquestas son las mercedes
Tan viles y remendadas:
Las cosas del mundo dadas
Son como viejas paredes
Cuando están muy encaladas.
Ven, verás cómo te visto,
Ven, pues al bien te provoco.
¿Dó me vestirán?
Ven, loco.
En el Obraje divino
Do lo mucho cuesta poco.
Hombre ciego, cobra vista,
Ven, trabaja en este obraje,
Venga el humano linaje,
Venga para que se vista
De Dios que vistió su traje.
Esta es la muestra más alta
Muestra que al perdido cobra,
Obraje donde Dios obra
Por remediar nuestra falta
Con lo mucho que le sobra.
¿Qué dan á cualquier cristiano
Que en este Obraje se emplea?
Cuando está bien ocupado
Dale Dios una librea
De su muy fino brocado.
Mas tiene de ser primero
Con el baptismo sellado,
Porque si es pafio extranjero
Tiene de ser desechado
De este reino verdadero.
¿Y aquellos que contradicen
Lo que por la Fe se ve?
De esos paños te diré
Que son paños que desdicen
De la color de la Fe.
¿Su color puede perdella?
¿Cómo, siendo tinto en lana?
Porque con presuncion vana
Le niegan la fe con ella
A nuestra Iglesia Romana.