Quítaselos, y vamos huyendo, pues le habemos desnudado.
Ya se fueron: agora me comeré los canelones. ¡Oh! cómo me tengo de hartar: quiero aguzar los colmillos. ¡Válgalos el diablo! son piedras, que no son canelones. ¡Oh hideputa! si este fuera canelon, pordiobre que se me atorara en el gaznate: yo los cogeré y me lo pagarán.
CUARTA JORNADA.
Jesus! Jesus! ¿puede ser
Que el Gusto hizo tal cosa?
Si la hizo, es espantosa,
Que se atreviese á comer
De la colación preciosa.
¡Ah pajes! ¡Ah Rectitud!
Rapaz, ¿á dó habeis estado?
Con el señor desposado.
Que así me dé Dios salud
No me aparto de su lado.
¿Y Pureza qué hacia?
Pasa aquí, rapaz merdoso,
Vos debeis de andar ocioso.
Yo de noche ni de dia
No me aparto del esposo.
¿Por qué dejastes al Gusto
Llegar á la colación?
No sé tal.
Buena razón:
Cada uno está muy justo,
Y ambos dieron la ocasion.
Hoy no he visto aquel grosero.
Por aquesta cruz bendita
Yo solo sentí la grita.
Oh! mal haya quien el cuero
Con azotes no les quita.
¿Por aquel me da sin culpa?
Ofrézcolo á Satanás:
Vayase y tendremos paz.
Este que más se disculpa
Sin duda comió lo más.
¿Por qué no sois vigilantes?
Que os haré que me soñeis.
Si otro descuido teneis,
Y á las cosas importantes
Acudid como debéis.
Señor Concierto, no riña,
Que siempre andamos sirviendo,
Noche y dia, no durmiendo.
No llores, que no eres niña.
Que en verdad que así lo entiendo.
¿Tenéis hachas prevenidas?
Sí, Señor, y son moradas,
Por amor de Dios labradas;
Y en este amor encendidas
No podrán ser apagadas.