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ca de una vara de ancho.

Antes de llerar nuestro ejército al referido castillo, los salió á recibir un escuadrón de 6,000 indios Mames, Cuilcos é Iztaguacanes, que luego que se acercaron á los nuestros, presentaron la batalla, disparando una espesa nube de zaetas y guijarros, que no poco maltrató á los indios amigos y aun los Españoles recibieron muchos golpes de piedras, de que no los podian defender los sayos colchados que vestían para resguardarse de las zaetas. Pero en el mayor conflicto de nuestra infantería, avanzando la caballería por el cuerno izquierdo del ejército de los Mames, lo rompió por varias partes, causando al mismo tiempo la infantería con los indios amigos tal desastre en aquella bárbara milicia, que á breve tiempo muertos mas de 500 indios y heridos casi todos, tocaron á retirada; y aunque á este tiempo salió un refuerzo de 2,000 soldados de aquella fortaleza, solo aparecieron en la campaña para ser deshechos y destrozados por nuestro victorioso ejército. Sacaron los Castellanos de esta batalla buen despojo de patenillas de oro, al costo de 40 indios amigos, tres caballos y ocho Españoles heridos, entre ellos el Cabo principal Gonzalo de Alvarado.

Muertos muchos de los enemigos y los demás retirados al castillo, considerando el Teniente General que en la rendición de esta fortaleza consistia la posesión de aquel Señorío, comunicado y conferido su dictamen con los otros Capitanes, todos convinieron en que se prosiguiese el asedio de la ciudadela de Socoleo: para, esto dividido el ejército en varias escuadras, que se acuartelaron en sitios convenientes, acordonaron la citada fortaleza. Asi persistió el campo español el término de dos dias, sin hacer mas que defenderse de las cargas de piedra y flecha que los sitiados daban al cuartel mas inmediato. (M. S. de Gonzalo de Alvarado, que paraba en poder de Don Nicolás de Vides y Alvarado, su descendiente.) Mas el tercer dia, tocándole explorar la campaña á Diego López de Villanueva, que regía diez caballos, divisó de la otra parte del rio algún humo: llamado de esta seña, pasando con gran trabajo aquel torrente, sin recibir daño alguno, logró apresar