mente á ser el proveedor de frutas de todas las grandes ciudades de la Argentina, las que hoy las reciben en gran parte del Brasil, Uruguay y Paraguay.
El establecimiento de arrozales puede hacerse con ventaja en los bajos y pantanos, los que siempre están alimentados por las crecientes periódicas de los ríos. Los ensayos hechos hasta ahora han dado excelentes resultados; la sericultura está igualmente llamada á un porvenir brillante cultivada acertadamente, pues la cría del gusano de seda está allí al estado silvestre.
Plantación del Manicoba. — Esta planta es originaria del Estado de Ceará (Brasil), donde se mantiene en los terrenos secos y pedregosos. Produce una goma muy elástica, seca y nada vizcosa, la que constituye un producto de primera calidad. La semilla, grande y dura, se reproduce en el año; para activar su germinación basta limar sus extremidades casi redondas; operación delicada que requiere mucha atención para no lastimar el germen. La semilla así tratada, debe ser plantada en cuadrados, á 12 milímetros de profundidad y á 75 milímetros de distancia; los cuadrados deben ser irrigados dos veces por día y se debe, sobre todo, evitar de abrigar la tierra, lo que no sirve sino para empobrecer ésta y ahogar la semilla. Al cabo de tres ó cuatro semanas aparece el tallo y se puede desde luego suprimir la irrigación. Cuando los tallos alcanzan á 30 centímetros de altura,