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tacto con el Poder Executivo podria darse á la causa otra celeridad, otro acierto. No fue siuo despues de haber calmado las agitaciones de varios anarquistas, siempre empeñados en disputarse las ruinas de la Patria, que versicó el Congreso su translacion, Si la naturaleza de un manifiesto, breve y sucinto, admitiese el detal de nuestras serias ocupaciones desde esta épo ca, por él deberiais medir, ciudadanos, la extension de nuestros cuidados. Reparar los males del estado, al mismo tiempo que trabajabamos en formarle la constitucion mas ventajosa: ved aquí lo que exigía de nosotros un instinto laborioso.

La escasa poblacion del estado pedia de justicia, que nos acercasemos al origen de un mal que nos daba por resultado nuestra comun debilidad. Este no era otro que el despotismo del antiguo régimen; cuyos estragos sol siempre la esterilidad, la incultura y el desierto de los campos. Autorizando el Congreso al Supremo Director del Estado para adjudicar tierras baldias á nuevos pobladores, quienes cultivasen este árbol de la vida, dió la señal de que se regiá por los sentimientos de un espíritu repąrador.

Jul Las calamidades de una guerra larga y dispendiosa tonian agotados los fondos públicos, y gravado el estado con una deuda enorme. No podia ignorar el Congreso, que el dinero es para el cuerpo político lo que la sangre para el humano. Aumentar la masa de estos fondos y mejorar su situacion deplorable, fué lo que fijó su solicitud y sus caidados. A este efecto sancionó el decreto de amortizacion expedido por el Poder Executivo—dició un reglamento que sirviese de gaia á la comision encargada del cobro de