LECTURAS VARIADAS 11
5.
La Cabaña.
I
Entre las muchas familias que he tenido ocasión de conocer en el transcurso de mi vida, una ha fijado sobre todo mi atención.
No creáis que se trata de personas que se dan una vida regalada; no hay lujo en su vivienda, no hay ca- rruajes tirados por soberbios troncos ni lucen las se- ñoras joyas preciosás; por el contrario, todo es allí modesto, desde la mansión solariega, edificada en un retazo de campo, hasta el traje de la dueña de casa; pero se respira en aquel hogar un ambiente de felicidad que es difícil encontrar en otras partes; parece que el modesto mobiliario acaba de salir de la mueblería; el pavimento, la ropa de los niños, el mantel que cubre la mesa en las horas de la comida, todo reluce como nuevo.
Pero si paráis atención, veréis que hay muchas cosas que no sólo no son nuevas, sino que, por el contrario, están bastante usadas. |
El mantel lleva zurcidos en varias partes, los de- lantales de los niños tienen remiendos muy bien pues- tos, muy bien disimulados, pero al fin remiendos.
¿Cuál, pues, será: el secreto de que al penetrar en la casa del señor Viera, experimentemos una sensación tal de bienestar? Seguid este relato hasta el fin y lo sabréis.