Página:Crónica de la guerra hispano-americana en Puerto Rico.djvu/143

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
CRÓNICAS
111
 

tableció un hospital de sangre en los bajos del edificio que ocupaba el Instituto de Segunda Enseñanza; pero como durante el combate del 12 de mayo, los médicos militares no pudieran desatender el Hospital Militar, donde había llegado gran número de heridos, se hizo cargo de aquél la ambulancia del segundo distrito, pasando todo el trabajo a manos de los doctores Ferrer, Carbonell y Barbosa, y del practicante José Rosario. En el presidio se estableció otro hospital de sangre, y, después

Título de afiliado a la Cruz Roja.

del bombardeo, la capilla de San Francisco fué utilizada con el mismo objeto, proveyéndola de camas, botiquines y todo lo necesario.

Los doctores Ruiz Arnau, Coll y Toste, J. Francisco Díaz, y del Valle (don Francisco) prestaron numerosos servicios, en diversas ambulancias y en el hospital de sangre; en ocasiones curaron heridos en plena calle. Los facultativos Fernández Náter y Goenaga concurrieron, respectivamente, a los castillos del Morro y San Cristóbal.

Eran camilleros, entre otros más, Evaristo Vélez, Luis Vélez, José Mauleón, Eduardo Conde, L. Iglesias, José de Jesús Tizol, Luis Vizcarrondo, Luis Berríos, Diego Betancourt, Conrado Asenjo, Eduardo Crosas, Juan Torres, Guillermo y Adalberto Chavert y Víctor López Nusa.