glada la solicitud del Excelentìsimo Ayuntamiento de Cuenca, para que a los caudillos y autores de la escandalosa revolución de aquella Provincia, que turbaron el buen orden y tranquilidad, mancillaron su acreditada y decidida lealtad, desde que tuvieron principio las desgraciadas convulsiones de estos Distritos, y eclipsaron, aunque momentáneamente, sus no interrumpidas glorias de tantos años e inmarcesibles triunfos, se les separe y extrañe perpetuamente del feliz territorio que profanaron, sin permitirles de modo alguno su regreso al mismo teatro donde cometieron sus enormísimos crímenes, pues éste es el único y el más oportuno medio para que no vuelvan a reiterarlos, y que talvez puedan hacerse irreparables, pero como la Superioridad de V. S., a solicitud del Enviado o Diputado de Simón Bolívar (el General Antonio Morales que, junto con el Coronel Moles, vinieron al Sur, para notificar el Armisticio de Trujillo y el Tratado de Regularización de la Guerra), parece haber tomado otras disposiciones, que extrajudicialmente ha oído referir el Auditor de Gerra, aunque nada se le ha impartido ni comunicado de oficio, para inteligencia y conocimiento de su Ministerio, en las que debe aconsejar a esta Superioridad, sobre los diversos negocios pendientes y demás que en adelante puedan ocurrir, devuelve en su virtud el espediente, con la reserva que corresponde a su naturaleza, para que V. S. determine acerca de él y reclamación del Excelentísimo Ayuntamiento de Cuenca, que contiene, lo que estimare mejor y más acertado.—Quito 26 de Febrero de 1821.—Zaravia."
Aymerich, en 22 de Marzo, decreto:
"Hallándose esta superioridad entendiendo
