Esta página no ha sido corregida
(120)
Que nunca el labio acertó
A tan triste confesion.
CRISTINA.
Lorenzo, ¿ y doña Agustina ?
(Con dolor.)
LORENZO.
Os llamaba su sobrina
Y con tan dulce ilusion
El cariño alimentaba ;
Pues como su pecho os dió,
Tan tierna industria suplió
Lo que á la verdad faltaba.
(Vaso llorando.)
CRISTINA.
¡Válgame Dios!
(Se arroja á una silla.)
JULIA.
Dulce hermana,
Alienta, que tu virtud
Suplirá la ingratitud
De tu fortuna tirana:
Con mas esfuerzo mi amor