Página:Cristina o el triunfo del talento.pdf/158

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Ay! ¿Y el pobre que tenia, Alegre cual cascabel, Aparejada la mano Para darla á su querida Y al sorteo le convida Su alcalde siempre tirano ? Saca el triste negra bola, Toma el fusil, y al marchar Solo le ocupa el pensar ¿Si estará Maruja sola? Resignado á tales daños, ¿Decir este no podría Que ya entró en filosofía A lo menos por seis años? Señores, no hay mas que hablar, Filósofos somos todos, Sino que de varios modos Lo solemos designar. De esta virtud la escelencia Segun el hombre varía : Si es sabio, es filosofía; Y si es negado, paciencia.