Página:Cuentos de amor de locura y de muerte (1918).pdf/99

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
91
Cuentos de amor de locura y de muerte

CUENTOS DE AMOR DE LOCURA DE MUERTE 91 roso que flotaba en el buque. Cuando uno se tiraba al agua, los otros se volvían momentáneamente preocupados, como si recordaran algo, para olvidarse en seguida. Así habían desaparecido todos, y supongo que lo mismo los del día anterior, y los otros y los de los demás buques. Esto es todo".

Nos quedamos mirando al raro hombre con explicable curiosidad.

Y usted no sintió nada?—le preguntó mi vecino de camarote.

—Sí; un gran desgano y obstinación de las mismas ideas, pero nada más. No sé por qué no sentí nada más. Presumo que el motivo es éste: en vez de agotarme en una defensa angustiosa y a toda costa contra lo que sentía, como deben de haber hecho todos, y aun los marineros sin darse cuenta, acepté sencillamente esa muerte hipnótica, como si estuviese anulado ya. Algo muy semejante ha pasado sin duda a los centinelas de aquella guardia célebre, que nochic a noche se ahorcaban.

Como el comentario era bastante complicado, nadie respondió. Se fué al rato. El capitán lo siguió un rato de reojo.

Farsante!—murmuró.

—Al contrario—dijo un pasajero enfermo, que iba a morir a su tierra.—Si fuera farsante no habría dejado de pensar en eso, y se hubiera tirado también al agua.