Esta página no ha sido corregida
83
CUENTOS VALENCIANOS
Aquello era de los tiempos en que los pescados hablaban, pero tenía intríngulis.
¿Que no lo adivinaba? Pues era sencillo: que en este mundo puede más el listo y el astuto que el fuerte que todo lo fía al corazón y á la acometividad. Que vale ser más esparrelló pequeño y malicioso, que reig enorme y sencillote. Que acometiendo de frente y arrollándolo todo sólo se consigue ser vehículo del listo que se esconde en la agalla para salir á tiempo.
Y el vejete me miraba con tal expre sión de malicia y lástima, que me ruboricé, murmurando para adentro:
— Este tío me conoce.