CUENTOS Y CRÓNICAS
entran en la categoría de semidioses. Se trató
de matar al mayor número de rusos posible.
Se trató de volar barcos, de «dinamitar»
puentes, de arrasar batallones. Se va a la
conquista, al degüello, al odio. ¿En dónde
está ese mundo de vagos ensueños, ese mun-
do como lunas extra terrestres, como astral,
que admiré en las escenas, en la maravillosa
actriz Sada Yacco que era una revelación
de belleza exótica y peregrina? ¿En dónde
están los antiguos pintores Kakemonos, los
antiguos Outamaros y Hokusais? ¿En dónde
las nobles creencias, los generosos ideales, la
dulzura del carácter, las genuflexiones, las
pintorescas amorosas, el alma antes encanta-
dora del pasado Japón?. . . En la Mandchuria,
la tierra se llenó de cadáveres.. . Los mares
chinos se enrojecieron de sangre.
Se mira a los Estados Unidos con aire de
desafío, con amor a la guerra...
La civilización ha triunfado...