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con la misma espada que le habia regalado Héctor. Su sangre se convirtió en jacinto.
MARSIAS,
Sátiro de la Frigia, el primero que puso en música los himnos sagrados. Le amó Cibeles, él la siguió en sus viages, y habiendo llegado á Nisa fué harto temerario para desafiar á Apolo, á cual tocaba mejor la flauta. El Dios de la armonía ganó la apuesta sin esfuerzo alguno, y le castigó cruelmente por su orgullo haciéndole desollar vivo. Le convirtió despues en un rio á que dió el nombre de Marsias, cuyas aguas aumentaron con sus lágrimas las ninfas desconsoladas por su triste suerte.
