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manos blancas acariciaron unos cabellos rubios y que el propietario de estos cabellos sentía crecer la malicia desde el cuero cabelludo, malicia soñolienta. Este supuesto recuerdo que debe estar en los arcenes de cada hombre, hace suspirar al Teniente.

Nada nuevo trae, y siendo como todos es el perpetuo imitador social que suspira porque suspiraron los otros: tiene una prima porque los otros la tuvieron. El medio le tiende la acechanza de la igualdad; se le manda rasurarse la barba y definir al Estado: conjunto social que...

"Caramba, no tengo ni medio suelto y están sucios los zapatos."

Se busca en todos los bolsillos. Sabe que no tiene medio suelto, pero se busca en todos los bolsillos.

"Esa orilla blanca de las enaguas —pasa una mujer—, quiere decir que va buscando novio."

Pero, ¿por qué piensa estas cosas? Y claro que las piensa en otra forma mucho más tonta y vacía. En una forma indefinida como el color de un traje viejo. No: mejor como el del que está por hacerse, ya que el pensamiento no ha sido vertido, de manera que es algo, potencial y no actualmente.

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