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Página:Daany Beédxe.djvu/257

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más grande privilegio que un hombre común podía aspirar. En este intercambio de materiales para el culto, no mediaba ningún interés personal de lucro, ya que desde la enseñanza básica de la sociedad, esta no tenía ninguna actividad especulativa o de apropiación y atesoramiento de la riqueza. Por el contrario, la sociedad en su conjunto, estaba orientada a aspectos más místicos y espirituales de la existencia. Desarrollando, desde temprana edad y de manera muy precisa, la idea que el ser humano debía servir la comunidad. Que era más importante el “nosotros”, que el yo individual.

Por ello, ser parte importante de los posibilitadores del culto religioso, representaba para los integrantes de la hermandad, un privilegio que se pagaba con un alto sacrificio y muchas veces con la propia vida. Por otra parte, la hermandad era experta combatiente y excelentes cazadores.

La disciplina militar no solo radicaba en la organización. Desde muy pequeños eran adiestrados en el uso de las armas. Los antepasados, desde el origen mismo de los tiempos, habían inventado armas muy rudimentarias, como la lanza, el escudo, el arco y las flechas y unas macuahuitl o macanas con piedra de obsidiana muy cortante en los extremos, mismas que hasta la fecha se seguían usando, pues las guerras no eran muy comunes entre los hijos de Los Viejos Abuelos toltecas y ellos nunca usaron su inteligencia en el desarrollo de armamento, salvo el lanzador de dardos, que Los Viejos Abuelos lo inventaron para cazar aves al vuelo y que era muy efectivo, pues lograba arrojar un dardo a mucho mayor velocidad que la flecha de un arco.

El concepto de la guerra y el guerrero, estaba enfocado a la lucha espiritual, por lo cual le llamaban Guerra Florida y el guerrero, emprendía exclusivamente una lucha interior. Sin embargo, este carácter espiritual, no las hacia a estas batallas menos difíciles y feroces. De esta manera Los Guerreros del Espíritu, por tradición se confeccionaban trajes de una disposición más alegórica que práctico militar. Las pieles y las plumas, representaban más un orden místico, que tenía que ver con los animales simbólicos, como el jaguar y el

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